Esta Asociación fue fundada el 28 de abril de 1969 bajo el nombre de Asociación Nacional de Funcionarios Directivos, Profesionales y Técnicos del Ministerio Educación Pública, ANDIME, que obtuvo personalidad jurídica mediante Decreto N° 2042 del 03 noviembre de 1969, del Ministerio de Justicia. En 1989, por Decreto 1509, de fecha 28 de diciembre, modifica sus Estatutos y pasa a denominarse Asociación de Funcionarios dependientes del Ministerio de Educación «ANDIME».
Texto completo: EL 28 de Abril de 1969 la organización incorporaba a todos los funcionarios del Ministerio, determinándose esta como la fecha de su fundación.
Tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, ANDIME, como toda organización social bajo los bandos militares, paralizó sus funciones gremiales entre 1973 y 1990, años en que el gremio estuvo intervenido, a cargo de funcionarios designados por las autoridades del Ministerio, repartición controlada por la Armada.
Durante esa oscura época, muchos funcionarios fueron despedidos, algunos estuvieron detenidos y muchos acosados a diario en sus puestos de trabajo.
El trabajo sindical era vigilado de cerca por autoridades, informantes e infiltrados en el Servicio y en muchas ocasiones nuestros compañeros dirigentes debieron cubrir sus dedos con cinta adhesiva a fin de no dejar marcas de huellas dactilares en las máquinas de escribir, o redactar comunicados con faltas de ortografía y redacción hechas de forma deliberada para no ser detectados.
En 1981, comienza el desmembramiento del Ministerio de Educación, con el traspaso de los establecimientos educacionales a los municipios. El proceso trajo miles de trabajadores despedidos. Hacia las postrimerías de la dictadura, en 1986, hubo otro despido masivo de personal del ministerio, a esas alturas ya completamente atomizado y moldeado al fiel estilo de los neoliberales que gobernaron junto al dictador.
Bajo la densa noche de la dictadura, había temor, pero también hubo un germen de resurgimiento del movimiento social y sindical al interior de nuestro Ministerio, impulsado por Raúl de la Puente, quien en 1984 realizó gestiones y convocó a funcionarias y funcionarios más cercanos y conocidos para defender a quienes eran despedidos.
Raúl de la Puente, explicó que “ANDIME no fue disuelta en dictadura porque al momento del golpe de Estado, el presidente de los profesionales y directivos del Ministerio de Educación era una persona de derecha, era Jefe Administrativo de la Dirección de Educación Secundaria y su nombre Miguel Retamal Salas».
Fue el primer Subsecretario de Educación de la dictadura y naturalmente no podía finiquitar a la Asociación de la que era presidente, así que el pasa a ser Subsecretario pero no elimina la organización y queda ahí suspendida”, agregó.
Ya en el año 1986 Raúl de la Puente junto con Ximena Castro, Guillermo Toledo y otras compañeras asistentes sociales del Departamento de Bienestar del Ministerio se reúnen y acuerdan que la mejor manera de defender a nuestros compañeros que estaban siendo despedidos era reflotar esta organización sindical.
Una tarde en el local del Ministerio de Educación de San Camilo llamaron a una reunión a la que asistieron alrededor de 20 personas, no mucha gente, cuyo motivo era finiquitar esta asociación que además tenía recursos.
La idea de todos era disolver y repartir, pero resulta que en los estatutos decía que si se disolvía la organización sus recursos pasaban al Hogar de Cristo, y cuando se supo de esto se revirtió la idea, salvando a ANDIME de desaparecer.
En este pequeño grupo de funcionarios Raúl de la Puente es elegido presidente. Ximena Castro no se presenta como dirigenta, pero apoya la organización, y al amparo del Departamento de Bienestar donde habían otros compañeros que apoyaban la causa se comenzó a trabajar para reestructurar la organización, que en ese momento contaba con alrededor de 30 personas, la mayor parte de ellos de la región metropolitana.
Los organismos de inteligencia arreciaban al interior del Ministerio de Educación. Uno de los jefes de gabinete del Ministro de la época era un Mayor de Carabineros encargado de la seguridad al interior del Ministerio, pero así y todo se reflota la organización ANDIME, dejando el nombre como recuerdo, y más tarde rectificando los estatutos para que no fuera solamente de directivos y profesionales sino de todos los funcionarios. El nombre es memoria histórica.