Nueva Constitución y la Educación como un derecho humano y social

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Como trabajadores/as del mundo de la educación tenemos una oportunidad histórica de consagrar la Educación como un derecho humano y social en una nueva Constitución. Para ello es fundamental que sigamos activos y organizados, tal como lo hemos hecho durante años.

Son tiempos complejos donde los trabajadores y trabajadoras hemos enfrentado una crisis sanitaria, económica y social sin precedentes en los últimos años. Como Asociación Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Ministerio de Educación, podemos decir que, nos jugamos durante toda la pandemia porque la mayoría del servicio a lo largo del país realice sus labores de manera remota. Y nos preocupamos de velar también por quienes se veían obligados a desarrollar trabajo presencial. En ese marco, además, seguimos activos en el camino por una nueva Constitución, que tiene desafíos inmensos, pero que es nuestra oportunidad de incidir y delinear el país del futuro.

Como trabajadores/as del mundo de la educación tenemos una oportunidad histórica de consagrar la Educación como un derecho humano y social en una nueva Constitución. Para ello es fundamental que sigamos activos y organizados, tal como lo hemos hecho durante años.

Creemos que el sufrimiento que se arrastró por generaciones, con miles de familias endeudadas para educar a sus hijos e hijas llegó a su fin y que al contrario llegó la hora de concebir la educación como un derecho y no como un bien de consumo.

Una nueva Constitución debe reconocer y garantizar el derecho humano a la educación, en todos sus niveles. Donde el cuidado y educación desde la primera infancia hasta la educación superior sea un derecho universal y sin fines de lucro. Una nueva institucionalidad debe creer en una educación que se conecte con el desarrollo cultural, social y económico de sus localidades, donde las comunidades educativas tengan una participación vinculante en los procesos educacionales.

Como Andime, tras el denominado “estallido social” desarrollamos un proceso de consulta constituyente que se tituló “Andime despertó”, allí quedaron plasmadas las ideas y necesidades de los trabajadores y trabajadores del Ministerio de Educación a lo largo del país.  Ese documento es y será de consulta permanente para nuestro trabajo.

La educación es el futuro de cualquier país. Pensar en ella con una mirada a largo plazo es el camino para construir un nuevo país y una nueva sociedad. Es por esto, que una nueva Carta Fundamental debe contemplar en materia de educación: Políticas de estado para una Educación Pública tendiente a garantizar un sistema de acceso universal desde el nivel medio menor de Educación Parvularia hasta la Educación Superior. Esta política de Estado en Educación debe ser estructural y de proyección para los próximos 50 años, que implique formación integral de la persona en cuanto tal, fortalezca el desarrollo de las ciencias y tecnologías, de las artes y expresión artísticas, del deporte y la sana recreación, del cuidado y sustentabilidad del medio ambiente, con un fuerte componente de formación ciudadana y cívica con énfasis en la responsabilidad democrática de cada uno de los ciudadanos del país. Esta política de Estado, además, podrá ser enriquecida con programas de gobierno, pero cualquier cambio en que afecten sus principios orientadores o su organización estructural debe ser plebiscitada con la participación de toda la ciudadanía.

¿Qué educación queremos para Chile? Se esperaría un tipo de ley orgánica constitucional para que no sea modificada por los gobiernos de turno que establezca los requisitos mínimos que deberán exigirse en cada uno de los niveles de la enseñanza básica y media y señalará las normas objetivas, de general aplicación, que permitan al Estado velar por su cumplimiento. Dicha ley, del mismo modo, establecerá los requisitos para el reconocimiento oficial de los establecimientos educacionales de todo nivel. 

El financiamiento de la educación será de cargo del erario nacional, acompañado de un cuerpo de leyes de fiscalización y control sobre los recursos del estado que sólo deben estar destinado a este fin. El sentido profundo de la Educación es generar las condiciones para que todos los estudiantes se preparen para la vida, por tanto, su objetivo es formar al ciudadano en las distintas etapas de su desarrollo personal y social . Es deber del Estado el proveer todos los medios y condiciones para que se otorguen las oportunidades de acceso universal al sistema sin exclusiones, concebido como un derecho humano y social.

Sabemos que en este proceso la UNIDAD de los trabajadores y la ciudadanía es fundamental. Es por ello que como ANDIME nos fortalecemos al ser parte activa de  ANEF y FENAEDUP y con nuestras permanente alianzas con otras agrupaciones como el Colegio de Profesores y Profesoras.

 

SOLIDARIDAD, UNIDAD Y LUCHA, ANDIME SIEMPRE PRESENTE