La precarización de la vida ha sido la tónica en estos años que el gobierno celebra como exitosos. Hemos sido testigos de la baja en las remuneraciones que experimentaron cientos de trabajadores/as con la excusa de proteger el empleo, mientras a los empleados públicos se le entregó un reajuste salarial mezquino que no alcanzó ni siquiera para mantener el poder adquisitivo de los funcionarios/as.
La Asociación Nacional de Funcionarios y Funcionarias del Ministerio de Educación (ANDIME) rechaza en forma y fondo la carta que envió el Presidente Sebastián Piñera a todos los trabajadores y trabajadoras de los servicios públicos, luego que cumpliera un nuevo año en La Moneda.
Durante la pandemia el mandatario optó por sacrificar a todos los trabajadores y trabajadoras, incluyendo a los del sector público, quienes a pesar de recibir amenazas y presiones, seguimos cumpliendo nuestras labores, pero también resguardando nuestra vida y salud. Mientras los grandes grupos económicos lograron experimentar nuevas alzas en sus patrimonios y mantener sus negocios a costa del masivo despido de miles de chilenas y chilenos que debieron utilizar sus fondos de cesantía y de pensiones para sobrevivir.
La precarización de la vida ha sido la tónica en estos años que el gobierno celebra como exitosos. Hemos sido testigos de la baja en las remuneraciones que experimentaron cientos de trabajadores/as con la excusa de proteger el empleo, mientras a los empleados públicos se le entregó un reajuste salarial mezquino que no alcanzó ni siquiera para mantener el poder adquisitivo de los funcionarios/as..
Pese a ello le decimos al Señor Presidente, que hemos cumplido todas nuestras funciones, costeando con nuestros recursos las herramientas para solventar el trabajo remoto, como la electricidad, internet y dispositivos. El país y sus instituciones siguieron funcionando, aunque sin el sacrificio de los más ricos de Chile y pese a que el presupuesto fiscal disminuyó considerablemente.
Más que saludos necesitamos anuncios concretos de mejoras en estabilidad y seguridad laboral, reconocimiento a la carrera funcionaria y aumento de personas en las diferentes dependencias para abarcar ámbitos de trabajo que quedan postergados.
Los trabajadores y trabajadoras del Ministerio de Educación seguiremos cumpliendo nuestras funciones públicas independiente del gobierno de turno.