La Asociación Nacional de Funcionarios del Ministerio de Educación, celebra el rechazo de “Admisión Justa”, proyecto de ley que ahondaba aún más la inequidad del sistema educacional chileno. ANDIME reconoce la seriedad y responsabilidad con la que el parlamento actúo por el bien de todos los niños y niñas. Un ahorro para las arcas del Ministerio de Educación y una posibilidad de que la Ministra de Educación vuelva su accionar hacia el MINEDUC y su rol rector, responsabilizándose de todos los establecimientos educacionales del país.
En una accidentada sesión de sala de la Cámara Baja ayer martes 9 de julio, se decidió desechar definitivamente el proyecto de ley “estrella” del gobierno del Presidente Sebastián Piñera, luego de meses de una intensa campaña de propaganda y desinformación por parte de las autoridades ministeriales, donde se malgastaron ingentes recursos económicos en acciones mediáticas sin fondo ni sentido, manipulando a los apoderados y disfrazando el absoluto abandono de la Educación Pública con pirotecnia verbal e hitos comunicacionales, cuyo aporte no fue sustantivo para revertir la decisión informada del parlamento.
Finalmente, el Congreso Nacional le cerró la puerta a un proyecto que tenía por objeto reponer la selección, disfrazando la INCLUSIÓN, a partir del mérito y el esfuerzo sesgado solo hacia el resultado académico, entregándole a los Establecimientos Educacionales la facultad de elegir a los estudiantes y no a los padres como era la propaganda.
Como ya hemos manifestado en infinidad de ocasiones en los últimos meses, El DERECHO A LA EDUCACIÓN es intransable e irrenunciable. ES UN DERECHO HUMANO Y SOCIAL, fundamental en el desarrollo de las personas y del país. Por lo tanto, la Ministra de Educación debe tener una mirada de estado que incluya a todos/as, desterrando la excesiva ideologización de su accionar.
Dado lo anterior, el gremio seguirá luchando por la defensa del rol rector del Ministerio de Educación, perseverando por el derecho a una educación de excelencia para todos y todas, donde no exista la soberbia, los autoritarismos, ni el lucro.