Raúl de la Puente en la hora del recuento

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Dirigente desde su época secundaria. Un “producto del Liceo 7 de hombres de Ñuñoa”, como él mismo define. En una extendida conversación en su oficina semi vacía de ANEF, repasamos treinta años de historia sindical con el ya ex Presidente Raúl de la Puente. Un diálogo distendido donde se abrió el túnel del tiempo para recorrer algo de la historia de ANDIME, del movimiento sindical del sector público y una que otra anécdota de los años que lo llevaron desde los amplios salones de La Moneda donde Sebastián Piñera le aseguró en marzo de 2010 que no habría despidos, hasta la Comisaría de San Martín con Agustinas, donde más de una vez los carabineros le preguntaron, a media voz entre los barrotes, “¿Y, ganamos o no el reajuste…?”.

Por Maximiliano Sepúlveda.

“Un maestro que tuve en el rugby me enseñó que es un juego en el que caes muchas veces y tienes que levantarte y seguir luchando, igual que en la vida. Ese valor uno lo aprende en el deporte, que el juego y la pelea se dan hasta el pitazo final. Hay que ser persistente hasta el final. Lo otro es que tienes que trabajar en equipo. No sirve que haya un gran crack si no están todos detrás del mismo objetivo. Y lo otro es jugar limpio. El rugby es un deporte donde puedes matar a una persona entonces hay una cultura de jugar limpio. Son cosas que aprendí y que puse en práctica en el sindicato. Aquí la vida no es fácil. Siempre estás remando contra la corriente y contra adversarios que tienen los recursos económicos, tecnológicos, la fuerza, etc. Y tu lo único que tienes es una organización. Cuando en la universidad te preguntan que es fuerza siempre se habla de cantidad y volumen, pero la fuerza tiene un vector, es decir, una dirección, y para que tu organización tenga fuerza todos debemos actuar en pos de un objetivo común. Eso hace posible que puedas enfrentar a un adversario como el gobierno. Lo que tenemos acá es un grupo de gente dispuesta a trabajar en pos de un objetivo común. Y eso es lo que ha logrado tener la ANEF”.

¿Cómo y cuándo se inicia en el sindicalismo?

“Mis inicios como dirigente vienen desde el liceo. Soy obra del Liceo 7 de hombres de Ñuñoa. Mi abuelo y mis padres también fueron funcionarios del Ministerio de Educación. Fui dirigente secundario y posteriormente en la Universidad fui presidente del centro de alumnos de biología que es la carrera que estudié en el Pedagógico. Y dirigente también de la FECH y en el Rugby, donde fui capitán del primer equipo por 20 años, y secretario general de la Federación de Rugby”.

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Raúl de la Puente en la directiva de la Federación de Rugby de Chile. Año 1984 (primero de izq. a der.).

“Más tarde llegué a la dirigencia sindical fortuitamente ya que era época de despidos durante la dictadura, en la cual con motivo de la reforma educacional y el traspaso de los establecimientos al Ministerio de Educación, salieron muchos compañeros nuestros que eran amigos, por lo tanto hubo que hacer una defensa de cada uno de ellos y para eso necesitábamos una organización que pudiera apoyarlos. Y como las organizaciones del MINEDUC habían sido derogadas quedando solo una suspendida que era ANDIME, la que agrupaba a los profesionales del Ministerio, y a los directivos, reflotamos esa estructura sindical para poder desarrollar una acción sindical clandestina”.

Toda acción clandestina implica complejidades, pero hacer sindicalismo clandestino en la administración central del Estado a 50 metros de La Moneda debe necesariamente requerir otras técnicas…

“Organizar un sindicato siempre es difícil ya que a la autoridad nunca le gusta tener ciertas limitaciones, y en dictadura significaba perder el trabajo, ser arrestado. Hartos problemas. Muchos dirigentes sindicales desaparecieron o los mataron de manera que no era fácil, así que nosotros hicimos esta organización sindical que estaba suspendida y no derogada. Trabajando de día como una asociación de Bienestar y de noche clandestinamente como sindicato”.

¿Porqué ANDIME queda solo suspendida y no derogada?. ¿Por algún error burocrático de los milicos…?

“No, el fundamento es el siguiente. Al tiempo que se produce el golpe el Presidente de los profesionales y directivos del Ministerio de Educación (N. de la R.: ANDIME significa “Asociación Nacional de DIrectivos del Ministerio de Educación”) era una persona de derecha que era Jefe Administrativo de la Dirección de Educación Secundaria que se llamaba Miguel Retamal Salas. Fue el primer Subsecretario de Educación de la dictadura y naturalmente no podía finiquitar a la Asociación de la que era presidente, así que el pasa a ser Subsecretario pero no elimina la organización y queda ahí suspendida, y junto con Ximena Castro, Guillermo Toledo y otras compañeras asistentes sociales del Departamento de Bienestar del Ministerio nos reunimos y acordamos que la mejor manera de defender a nuestros compañeros que estaban siendo despedidos era reflotar esta organización sindical. Recuerdo que una tarde en el local del Ministerio de Educación de San Camilo llamamos a una reunión a la que asistieron alrededor de 20 personas, no mucha gente, cuyo motivo era finiquitar esta asociación que además tenía recursos. La idea de todos era disolver y repartir, pero resulta que en los estatutos decía que si se disolvía la organización sus recursos pasaban al Hogar de Cristo, y cuando se supo de esto se revirtió la idea. Esto era en el año 1986”.

“Ese año tomamos posesión de eso y yo salgo elegido Presidente, Ximena no se presenta como dirigente pero apoya la organización, y al amparo del Departamento de Bienestar donde habían otros compañeros de centro izquierda empezamos a trabajar para reestructurar la organización que en ese momento contaba con alrededor de 30 personas, la mayor parte de ellos de la región metropolitana, creo que había solo una persona de regiones, un señor Gallardo.

En ese tiempo no existían los computadores, sino que habían máquinas de escribir Underwood y Adler y Ximena, que era la secretaria, se ponía scotch en los dedos para poder escribir en estas máquinas y que no quedaran registradas sus huellas dactilares ya que en ese tiempo teníamos a los organismos de inteligencia al interior del Ministerio de Educación. Uno de los jefes de gabinete del Ministro de la época era un Mayor de Carabineros encargado de la seguridad al interior del Ministerio así fue que reflotamos la organización ANDIME, dejando el nombre como recuerdo, y más tarde rectificamos los estatutos para que no fuera solamente de directivos y profesionales sino de todos los funcionarios. El nombre es memoria histórica”.

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Máquina de escribir Adler.
Máquina de escribir Underwood modelo 1986.
Máquina de escribir Underwood modelo 1986.

“Recuerdo que el primer artículo de sus primeros estatutos decía que era una organización basada en el amor, un poco romántico pero creo que lo que mueve a todas las organizaciones es su vocación por servir a quienes están, y los dirigentes estamos ahí para eso. Fueron lindos tiempos, de mucha gente que ya no está, que se fue, se murió. Dejé el gremio el `96, con 2 mil 400 afiliados, de los veintitantos que éramos, y hoy es una gran organización, de las más grandes que existen dentro de ANEF”.

Viene el `95, `96 y se viene para acá y termina al menos la fase militar de la dictadura, cómo recuerda la reinstalación del sindicalismo. La sociedad chilena había cambiado culturalmente, existía una demonización en muchos casos de algunas organizaciones. Los militares hicieron bien su trabajo cambiando culturas y prácticas y durante los primeros años de la transición existió este estigma de la UP y de la propaganda en blanco y negro contra las organizaciones sociales. ¿Cómo recuperan este espacio del que fueron sacados violentamente?

“ANDIME llega a la ANEF a comienzos del año `90. Antes no estaba. El único servicio afiliado era ANESE que representaba a los empleados de servicios menores. Y nosotros quisimos afiliarnos a ANEF y logramos hacerlo a pesar de que había sectores aquí en ANEF que no querían que el MINEDUC se afiliara…”

¿Porqué?

“Porque tenían temor de que una organización que venía de un Ministerio grande pudiera ganar la dirigencia sindical de ANEF entonces hicieron muchas acciones para que esto no ocurriese”.

“Antes del año `91 el movimiento sindical sí fue un gran protagonista de la lucha por la recuperación de la libertad. Es importante esa lucha que los trabajadores, los estudiantes y las mujeres dieron ya que los partidos políticos estaban desarticulados o disueltos. Existían tres grupos que fueron los más protagónicos, las mujeres por un lado, los jóvenes por otro, Yerko Ljubetic y la FECH por un lado, y los trabajadores a través de organizaciones informales que existían, de las cuales Tucapel Jiménez llegó a ser el articulador entre la Coordinadora Nacional Sindical, que lideraba Manuel Bustos, el FUT, conformado por trabajadores del cobre mayormente y una tercera que era el grupo de los 10 donde estaba Tucapel Jiménez y otros más de centro. Bustos iba en un abanico más amplio donde estaban los comunistas e incluso León Vilarín líder de los camioneros que participaron en el derrocamiento del Presidente Allende.

Entonces Tucapel Jiménez une a estos grupos y Pinochet comienza a ver en Tucapel, a quien denomina el Walesa chileno, una amenaza ya que Lech Walesa logró derribar a un régimen, y Pinochet veía que Tucapel podía hacer eso también, por eso lo manda a matar un 25 febrero de 1982.

Después de eso ANDIME entra a la ANEF. Recuerdo la primera convención, que hoy se llama Asamblea Nacional, en el Liceo Darío Salas. Me marcó mucho una frase del educador Darío Salas en el muro del gimnasio que decía: “Ata tu carro a una estrella y tu vida a un ideal”.

Gimnasio del Liceo Darío Salas de Santiago, clausurado desde 2010 a causa de los daños ocasionados por el terremoto de febrero de ese año. La frase, borrada en 2007, se encontraba en todas las salas de clase del establecimiento y ocupaba el lugar donde hoy está la insignia.
Gimnasio del Liceo Darío Salas de Santiago, clausurado desde 2010 a causa de los daños ocasionados por el terremoto de febrero de ese año. La frase, borrada en 2007, se encontraba en todas las salas de clase del establecimiento y ocupaba el lugar donde hoy está la insignia que se divisa al centro de la imagen.

En esa convención soy elegido director de la ANEF pero de los que se denominaba “supernumerario”, es decir con derecho a voz pero no a voto. Eso fue parte de una negociación ya que se produjo un lío entre los que pertenecíamos a la savia joven que era un grupo de centro izquierda y el sector que lideraba Milenko Mihovilovic.

En esa negociación la salida fue que hubiese este tipo de dirigente, donde había 23 miembros pero existía otro que tenía voz y no voto. Así comienza mi vida en ANEF. Más tarde soy secretario el año `94 cuando fue Presidente José Fuentes Guerra, que muere de un cáncer el año `96 y ahí postulo a la presidencia donde le gano por 300 votos a Milenko Mihovilovic, en la que fue la primera elección celebrada en ANEF bajo la modalidad de votación universal directa. En ese tiempo éramos 17 mil, hoy somos 80 mil, la Confederación de Trabajadores más grande de Chile en el sector público y privado. Ahí empiezo a ser secretario, luego el primer presidente del Ministerio de Educación, todo esto hasta el martes 3 de enero en el que habrá un cambio de directiva”.

¿Cuál ha sido el momento más difícil que le ha tocado enfrentar?

“Uno de ellos fue el reciente paro de noviembre. Ha sido el más duro, el más masivo y el más emblemático por la unidad de todos los sectores que estuvieron involucrados en una movilización que tuvo un cierre acá en la Plaza de la Constitución que sobrepasó las barreras y llegó a las puertas de La Moneda y los carabineros tuvieron que cerrar. Eso pasó en todo Chile y marcó un hito ya que mostró a una organización muy empoderada y eso hace que las próximas movilizaciones sean probablemente muy masivas, muy fuertes, pero no violentas”.

“Un momento difícil también fue después de que asume Piñera con el despido de más de 11 mil funcionarios”.

10% de los cuales fueron en el Ministerio de Educación…

“Además era gente que se les sindica como operadores políticos siendo que muchos de ellos eran profesionales a contrata y honorarios elegidos por concurso, personas de trabajo administrativo”.

Lavín entra denostando, diciendo que el MINEDUC era un nido de operadores políticos. Un lugar de ocio e intriga donde se despilfarra el dinero, con duplicidad de funciones etc.

“Esa fue una época muy difícil ya que conocimos a las personas conocimos sus caras, llegaron aquí, logramos recuperar a algunos y realizamos una gran cantidad de acciones, un par de reuniones extraordinarias en la Cámara de Diputados, presentaciones en la OIT, tuvimos que contratar un grupo de abogados, que no teníamos, paros y movilizaciones, negociaciones en cada uno de los servicios.

La gente llegaba acá sin trabajo, muy afligida, fue complejo. Sobre todo porque nos sentimos traicionados ya que la ANEF fue recibida prontamente por Piñera en la Moneda y el nos dice que su papá fue funcionario público, que él es un funcionario público y que no iban a haber despidos, y posteriormente va a nuestra asamblea nacional de abril de 2010 donde vuelve a repetir frente a 500 delegados y dirigentes y sin embargo el primer año ya hay 5 mil despedidos y más de 11 mil al final de su periodo constatados con nombre y apellido de manera que fue otro momento difícil”.

“Internamente también tuvimos quiebres, hubo dirigentes que se independizaron de alguna forma, que formaron una Mesa paralela, también uno que decía que había ganado una elección y eso no era así. Esto fue previo a la Ley de Nuevo Trato y de hecho existió un grupo de varios ministerios importantes como Hacienda, Impuestos Internos, Agronomía en que perdieron una elección y trabajaron paralelamente a quienes la habíamos ganado lealmente y ahí hubo una situación interna. Hemos tenido varias refriegas incluso hemos ido presos varias veces”.

“En todas las manifestaciones donde hemos estado detenidos los carabineros se acercan y nos preguntan cómo va el reajuste”.

“Estuve en la toma del gabinete del Ministro de Educación y en la del Ministerio de Agricultura, a un mes de haberme realizado una operación al corazón con tres bypass y me llevaron detenido. Y los oficiales preguntan. Ellos son funcionarios públicos y reciben los mismos beneficios y no solo para el grupo de choque. Nos llevaban y en la comisaría nos preguntaban “usted cree que vamos a ganar el 3% o el 4%…” dentro de los carabineros de la Moneda había algunos que me llamaban el “Tío de la ANEF” y a veces me reconocían incluso en el supermercado y en la Comisaría hemos tenido varias anécdotas. Una de ellas fue aquí en la Plaza Los Héroes donde sorprendimos a un carabinero de civil que se le perdió su mochila. Una de nuestras compañeras que ve que interviene la policía, disuelve una manifestación pero queda un bulto y lo traen para acá. Y junto con los carnet escolares venían las identificaciones policiales y no sé si venían incluso las esposas. Entonces nosotros empezamos a ver qué tenía la mochila, a sacarle fotos etc. Y vamos a la comisaría a sacar a nuestra gente y el Mayor a cargo nos dice que “aquí hay gente que ha actuado violentando la ley, agrediendo a carabineros, insultando, etc. Entonces tuvimos que entrar en una suerte de negociación para sacar a nuestras compañeras, del SERNAM según recuerdo, y que estaban muy afligidas ya que eran a contrata y podían perder la pega, le estaban haciendo cargos importantes, estaban muy alteradas, lloraban y entonces tuvimos que entrar en una negociación porque ellos querían la mochila entonces intercambiamos la mochila por nuestras compañeras, y es la primera vez que constato de primera mano que la policía se infiltra entre nuestra gente, no sé si para controlar o para provocar”.

¿Cuáles cree que son los pilares o principios de la acción sindical?

“La unidad, que es lo que nos permite la fuerza. La autonomía o independencia, del gobierno, del partido, que buscan meterse acá, amarrarte y cooptarte pero cuando tu tienes el principio de que nadie se mete sino que la determinación y resoluciones las tomamos en asamblea o directorio colectivamente. Un tercer principio es el de la honestidad, la probidad, la consecuencia, hacer lo que se dice, vivir como se piensa, servir y no servirse, son principios muy importantes.

Por otra parte el sindicalismo no solo tiene que ser reivindicativo, sino además ser un actor social, tiene que tener una visión de las cosas que pasan en la sociedad, respecto de la democracia, de la justicia. Somos actores sociales y somos voceros de los trabajadores públicos”.

Hitos del final de su periodo

“Un tema importante actualmente es la tecnología. Hoy si no estás conectado estás obsoleto. Nosotros hemos llevado esta tecnología incluso a nuestro proceso eleccionario. Por primera vez y esto es importante para mi ya que fui el primer presidente electo por votación universal y ahora dejo esta organización votando modernamente a través de la tecnología y este hito también es importante. Otra cosa importante es el que antes se hablaba del internacionalismo proletario y yo creo que hay que hablar del internacionalismo sindical, porque creo que lo que está pasando en otros países es lo que está pasando acá. Lo que está ocurriendo en Argentina es lo mismo que pasó aquí con Piñera”.

“Otra cosa importante que está ocurriendo es que esta organización no solo es la más grande sino que el pasado 22 de diciembre ha sido publicado que la sede fue declarada Patrimonio Cultural y no es porque esta casa sea un ejemplo de belleza arquitectónica, sino que ha sido lo ha sido por su historia. Fue refugio, lugar de reunión, sirvió de refugio. Hoy esta misma sede sigue albergando a quienes se movilizan por la libertad”.

¿Hay satisfacción al final?

“Hay mucha satisfacción. He recibido más de lo que he dado. Esta oficina ahora prácticamente está vacía pero siempre estuvo atiborrada de recuerdos y homenajes así que siempre digo que he recibido más de lo que he dado. Porque realmente creo que eso me llena de orgullo y me llega al corazón y por eso doy las gracias a los funcionarios públicos y a ANDIME que fue la primera organización que me reconoció como dirigente y yo siempre he puesto con mucho orgullo a ANDIME como mi casa, como mi organización base de la cual soy uno más. Naturalmente me va a costar dejarlo pero siento que en esta organización hay una renovación y no quiero ser tapón de la gente que viene. Hay gente que cuando uno lo ha hecho bien quiere que siga pero creo que también uno de un paso al costado para que esta organización se renueve. Y también quiero irme en buena forma y no irme en mala”.