Los 40 años de Eliana Valdivia Peña en el Mineduc

Compartir

El pasado 1 de agosto cumplió cuatro décadas en el servicio. Una historia que partió en San Felipe y que hoy continúa en el Puerto de San Antonio.

Eliana Valdivia Peña cumplió el recién pasado 1 de agosto, 40 años de servicio en el Ministerio de Educación (Mineduc).

Su historia partió en San Felipe, donde postuló al cargo de Oficial de Presupuestos en la Oficina Provincial del Ministerio de Educación, allí se hacían los sueldos del personal de los establecimientos educacionales de la provincia de Aconcagua (San Felipe, Los Andes, Panquehue, Santa María, Llay Llay, Petorca, La Ligua) que aún dependían del Ministerio de Educación y además se controlaban los establecimientos educacionales de Administración Delegada con ingresos propios como eran la Escuela Industrial, Escuela Agrícola de San Felipe, Catemu, Pascual Baburizza, Asunta Pallota entre otras.  

A mediados del año 1984, y ya con todos los establecimientos del Mineduc traspasados a las municipalidades, por Resolución Exenta fue nombrada como Inspectora de Subvenciones y trasladada al Puerto de San Antonio, donde junto a otros tres colegas (uno de Santiago y dos de Valparaíso) también de Presupuestos, crearon la Unidad de Subvenciones en la Oficina Provincial de Educación San Antonio. Al principio la realidad fue dura, con largas y extenuantes jornadas de trabajo y precarios sueldos, lo que hizo dudar a Eliana, pero aseguró que nunca se arrepintió, prueba de ello es que sin pronosticarlo formó una familia y hasta el día de hoy vive en San Antonio, junto a su esposo Manuel e hija Carolina María.

Eliana recordó que “estábamos todo el día en los establecimientos, porque algunos tenían tercera jornada, es decir, las escuelas que de día eran para niños, en las noches atendían adultos, por lo que a veces trabajábamos hasta las diez de la noche. En ese tiempo la inspección a los establecimientos educacionales era completa, nos encargamos de revisar todo; desde el control de asistencia de los alumnos sala por sala, también nos permitía ver condiciones de seguridad y salubridad del local escolar, salas de clases, servicios higiénicos, además,  libros de clases, cantidad de profesionales que atendían a los alumnos, verificábamos pagos de sueldos y cotizaciones previsionales de los trabajadores, revisión de boletines con asistencias declaradas para el pago de subvenciones de establecimientos municipalizados y particulares subvencionados de la provincia. Era un trabajo muy intenso, que se supone sería por mejores condiciones salariales, pero al principio no fue así”.

Fueron años difíciles, pero de mucho aprendizaje, según relató, ya que hasta la fecha se destaca en esa división por la transparencia de su trabajo. “Quienes conocieron nuestro trabajo, nos dicen, ustedes eran muy estrictos, pero gracias a eso, aprendimos todos a hacer el trabajo como corresponde. Cuando hablamos con profesores o sostenedores de ese tiempo, nos agradecen por nuestro buen desempeño laboral, porque siempre fuimos correctos, ajustados a la ley, por eso nos admiran y respetan hasta hoy” apuntó.

Por años Eliana Valdivia Peña y sus compañeros a nivel nacional esperaron que el Ministerio de Educación los reconocieran -a nivel salarial- como Fiscalizadores, lo que nunca ocurrió. 

En el año 2012 con la creación de la Superintendencia de Educación, Eliana se preparaba para ser Fiscalizadora y formar parte de ese plantel que funcionaría en Valparaíso, sin embargo, por una enfermedad grave de su esposo solicitó quedarse en el Departamento Provincial de Educación en San Antonio. “Fue una decisión de amor y no me arrepiento”, indicó Eliana y agregó que “yo me quedé apoyándolo, dándole ánimo, pensé que no iba a poder, me apoyé en estudios de metafísica, lo que me ayudó mucho a canalizar mi energía. Mi esposo tenía pocas probabilidades de recuperarse, pero tras una innovadora operación recuperó la visión”. 

Cada vez que puede,  Eliana vuelve a San Felipe para visitar a su familia. Se quedó en San Antonio, terminó su carrera de Ingeniero en Administración de Empresas y sigue trabajando para el Ministerio de Educación. 

“Haciendo un balance todo ha sido positivo. Recuerdo que  desde niña mi papá me traía a las oficinas del Ministerio y mi mamá me instó a estudiar, perfeccionarme y postular a la Oficina Provincial de Presupuesto; creo que siempre estuve ligada al Mineduc. Estoy muy feliz de pertenecer a esta familia, sigo con ganas de trabajar y de ayudar a mis compañeros de trabajo en lo que necesiten laboralmente y también como Coordinadora Provincial de Bienestar. Actualmente trabajo en la Unidad Técnica donde me desempeño en apoyo a la jefatura, supervisores y en realidad con todos en la provincial, también a los establecimientos Educacionales, y usuarios externos. Doy gracias al Universo por haber tenido los compañeros de trabajo que tuve y tengo; gente muy honesta y trabajadora, tengo mucho que agradecer, esta experiencia ha sido y es muy buena”, concluyó.