Voces inéditas de una jornada épica

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Hace algunos días, el Ministerio de Educación fue sacudido por una de las movilizaciones más articuladas e intensas de los últimos años. Por dos semanas, nuestros compañeros y compañeras movilizaron a uno de los servicios más grandes y con mayor presencia en el territorio nacional. En este reporte, quisimos recoger las historias de nuestros compañeros desde lugares disímiles. Los invitamos a conocer estos relatos de dignidad.

Luz Ximena Cabrera, Coquimbo: “Fuimos un solo equipo”

“Aquí la asamblea decidió ir a paro tres días antes de lo determinado por el Directorio Nacional, por lo que estuvimos tres semanas sin atención. Y partimos haciendo actividades diarias. Nos manifestamos en la Intendencia e incluso desarrollamos actividades con una macrozona donde estuvo presente toda la gente de Atacama. Con mucha prensa, televisión y cobertura de medios. Todo esto porque (lamentablemente) la periodista de acá fue despedida, así que nos hizo todos los nexos. Acá paralizaron cerca del 80% de las personas con dos asambleas diarias, en la mañana y en la tarde. Al mediodía hacíamos las intervenciones, fuimos a funar la cuenta del GORE, a cortar la calle, etc. Pero lo mas importante fue la solidaridad que se creo entre todos los colegas, con mucha participación de Elqui y Secreduc. Entregamos una presentación en Contraloría ya que firmó las cartas de notificación estando con licencia médica».

«También hicimos una presentación caso a caso en la Seremía pero las cosas se complican ya que hemos tenido cuatro Seremis en unas pocas semanas. Eso ha significado que la primera Seremi subrogante firmó las cartas de despido estando con licencia médica. Ella duró un día trabajando como Seremi y colapsó. De hecho se puso a llorar aquí con nosotros diciéndonos que no era capaz de manejar la situación. Y cuando vino a entregar la licencia firmó las cartas de despido porque no las había firmado».

«Una de las cosas importantes que destaco es que todos los días hacíamos actividades creativas, caravanas por la ciudad con banderas y letreros. Usamos las chaquetas amarillas de los autos, con el edificio empapelado entero”.

“Nosotros ya iniciamos conversaciones con el Seremi y nos dice que quiere pedir autorización para reincorporar a algunas personas más ya que las unidades están colapsadas ante la falta de gente que fue despedida. También haremos el proceso de los recursos de protección, a través de ANDIME, todo asesorado por los abogados. Seguimos haciendo actividades todos los días a pesar del desgaste”.

“Luego del paro todo está atrasado. Se notó que todos somos necesarios”.

CPEIP: Alejandro Inostroza y Marcelo Farías: “Las bases nos dieron el sustento. Nuestros compañeros del servicio de alimentación no cocinaron por 14 días”

“Realizamos acciones que permitieran visibilizar que efectivamente el CPEIP estaba en paro. Nuestra estrategia fue concientizar a las bases en el sentido de que esto era mucho más que apoyo, sino que era solidarizar y defender el empleo. Salimos a recorrer las dependencias haciendo ver nuestra inconformidad y rechazo. Decidimos no participar en la comida aniversario del Ministerio. Acá prevaleció la dignidad del trabajador y realizamos nuestro propio reconocimiento a los funcionarios”.

“Fueron las bases las que nos dieron el sustento. Nos reuníamos todos los días entre 10:30 y 11:00, informando del comunicado del día anterior. Nuestro centro de operaciones era la cafetería, que siempre estaba llena. Utilizamos megáfonos, pitos y alocuciones para generar un estado de conciencia a quienes todavía estaban trabajando de que teníamos 5 compañeros despedidos. Nuestros compañeros del servicio de alimentación no cocinaron durante 14 días. Nos mantuvimos con almuerzos solidarios y esto afectó a todos, desde las autoridades hasta los auxiliares (N. de la R: El CPEIP se encuentra en un sector precordillerano del extremo oriente de Santiago, alejado de cualquier almacén o centro de abastecimiento.)”

“Mantuvimos un canal de comunicación abierto permanente con la autoridad. Les hicimos ver que nuestra lucha por la dignidad de nuestros compañeros”.

Coyahique: Carmen Ortega “En la Secreduc más del 50% de las despedidas fueron mujeres jefas de hogar”

“Acá en la provincial no hubo despidos. Decidimos adherirnos al paro de nuestros compañeros despedidos en la Secreduc. Todos los días nos reuníamos en jornadas de reflexión e íbamos a la Secreduc todos los días y acompañamos a nuestros compañeros”.

“Como Deprov decidimos adherir al paro. Allá el 50% de las despedidas fueron mujeres jefas de hogar. Es un proceso que nos sirvió mucho, nos dio unidad y fortaleza y creo que eso perdurará, por eso cuando me convocaron a Santiago a apoyar al Directorio Nacional no dudé en asistir. Quiero resaltar el compromiso del trabajo del DN ya que creo que cuando uno le pone un granito de cariño a lo que hace, se nota. Pude aprender de ellos como dirigente y fue muy enriquecedor. Como dirigente estoy muy agradecida también de mis compañeros de la Deprov.

 

San Camilo: Sandra Coloma: “Hay gente que reacciona bien y nos dice que nos vaya bien pero otros se enojan muchísimo y nos insultan. Estuvimos todos los días en la puerta dando la cara”

“En noviembre fue nuestro primer paro, por el reajuste, donde no se llegó a un buen acuerdo. Comenzamos a enterarnos la misma semana de las notificaciones. De ahí suspendimos el paro el día jueves y el viernes cuando nos enteramos que los despidos eran masivos decidimos continuar con la movilización y de ahí no paramos más. La segunda semana fue un poco complicado porque aquí la jefatura es una persona nueva, de confianza de la Ministra, y que jamás ha trabajado en la administración pública y no sabe cómo funcionan los paros. Entonces ella nos llamó y nos dijo que el paro no era legal y que no era posible continuarlo. En ese momento tomé mi teléfono y llamé a Egidio y lo puse en altavoz, le expliqué que la jefa del edificio necesitaba un respaldo para la movilización, hablamos con ella y recién ahí terminaron las presiones”.

“Aquí como puedes ver la puerta se cierra y la gente se empieza a agrupar. Nos repartimos los grupos y dijimos que no íbamos a atender a nadie salvo situaciones excepcionales, de gente de fuera, etc. Hay gente que reacciona bien y nos dice que nos vaya bien pero otros se enojan muchísimo y nos dicen que no trabajamos. Así fue la tónica de todos los días y nosotros tres dando la cara. Les decíamos que estábamos en paro y que se metieran a la página web de ANDIME, que llamaran al gremio, o a ANEF, o que revisaran nuestras redes sociales”.

“Hubieron dos viernes en que no se hizo turnos éticos. En la mañana le decíamos a la autoridad, Hoy seguimos en paro y no hay turnos éticos, las cosas no van bien. De todos modos nosotros damos la cara. Así fue durante todos esos días”.