
De vuelta los Derechos Humanos en Chile: inalienables y fundamentales para las personas

Esta semana nos ha dejado uno de los grandes defensores de los Derechos Humanos en Chile, que resguardó con coraje, públicamente y sin “en la medida de lo posible”, a las víctimas de los atropellos e injusticias que se dieron durante la dictadura militar y en “democracia”, nos referimos a Don Andrés Aylwin Azócar, cuyo ejemplo de firmeza, honestidad, rectitud y compromiso con los oprimidos, lo llevó a realizar el arte de la Política con ética y consecuencia social; algo que debemos recuperar los hombres y mujeres honestos de nuestro país.
El legado que don Andrés nos deja, a la luz de los últimos cuestionamientos en materia de DDHH en nuestro país, es que no existe razón ni contexto alguno que justifique el atropello y violaciones a los derechos humanos fundamentales de las personas, y ésta debe ser la senda que debe guiar a los futuros hombres y mujeres de nuestro país manteniendo viva la lucha social en el acceso a la igualdad de oportunidades de todas y todos, con foco en el bien común por sobre todo beneficio personal.
La vida de don Andrés nos entregó referentes éticos para una sociedad que debe ser más justa y solidaria, cuyo fin debe ser hacer de este mundo un lugar mejor para vivir.
Don Andrés tuvo una especial preocupación hacia los trabajadores del sector rural, los cuales a menudo eran abusados y desprotegidos por los más poderosos sin reglas ni leyes que protegieran su dignidad de trabajadores. Gran desafío para el sindicalismo y el gremialismo que día a día debe tomar sus banderas de lucha por los trabajadores y trabajadoras de nuestro país. Y desde ANDIME fundamentalmente por la dignidad y reconocimiento de la labor pública cuyo eje fundamental es el derecho a un trabajo decente, principalmente para aquellos funcionarios que entregan su alma en desarrollar y hacer bien su trabajo para generar bienestar, condiciones y proyección de una vida mejor para los chilenos y chilenas a lo largo de todo el país.
Por ello seguiremos en la senda que nos han trazado grandes hombres como don Andrés Aylwin, Clotario Blest el gran Padre Alberto Hurtado, definiendo nuestro itinerario como gremio con más fuerza apegado a la defensa incansable del derecho a un trabajo decente sin precarización, el derecho a una educación en derechos humanos que permita tener una sociedad más justa y respetuosa del otro, el derecho a participar en la generación de políticas que permitan resguardo en el ámbito relacional, ambiental y laboral. Por el Respeto a los trabajadores y trabajadoras que hacen grande este país.